domingo, 14 de diciembre de 2008

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La vida de una persona es un suspiro del tiempo universal, solo un fragmento menos que minúsculo de aquello que nombramos tiempo.

La formula para la trascendencia, tan lejana e inalcanzable, sigue siendo un misterio individual.

Cuando se apaguen tus palabras, ¿Cuánto tiempo resonara el eco de tus pensamientos?


¿Trascenderemos?

1 comentario:

MarianaBec dijo...

Alguien decía que había tres maneras de trascender, la primera era tener un hijo, la segunda escribir un libro y de la tercera no me acuerdo.

Viendo el mundo lleno de hijos malagradecidos y de libros francamente malos, creo que lo mejor es intentar acordarme de la tercera opción.