jueves, 18 de noviembre de 2010

La prueba.

Estos días me tienen un tanto intranquilo.

Hay un examen involucrado, mas no es uno que pueda resolver sentandome a estudiar.
Llevo un par de meses dando clases a un grupo de paramedicos que quieren adquirir un nivel más en su educación. No es una historia sencilla pues su curso estuvo lleno de incertidumbre y malos momentos, cabe aclarar que yo no fui culpa de ello. Cuando yo los encontre algunos estaban a punto de darse por vencido y el sentimiento generalizado del grupo era más bien de decepción y hartazgo. Estaban hartos de que después de tomar clases casí un año no habián aprendido mucho de lo que querían y se habían visto afectados por dificultades que ellos no crearon y que no podían solucionar.

La primera parte en el plan para sacarlos adelante fue demostrarles que si había alguien que se preocupaba por ellos que estuviera siempre pendiente de sus inquietudes y de su avidez de conocimiento. La segunda parte fue demostrarles que era capaz de hacerme cargo de sus problemas y de llenar los espacios muertos que habian quedado en su conocimiento. La tercera parte es aquella que me tiene inquieto, la evaluación.

Diseñe una prueba final para evaluar su conocimiento, una de dos que se les aplicará. Una es teórica, de la que soy responsable, y la otra es práctica, de la cual no tengo poder alguno ni nada de inherencia.
Aquellos que no aprueben la parte teórica no tendrán derecho a la parte práctica. De nada sirve ser muy bueno en las habilidades si no tienes el conocimiento necesario que respalde las intervenciones que vas a realizar, paramedicos muy habilidosos con poco conocimiento solo son un peligro para sus pacientes.

Se cual es la causa de esta sensación, no es la primera vez que tomo un grupo en mis manos y trato de hacer algo por ellos. El problema real es que no los conocí desde el principio, no se realmente cuales son los alcances de sus conocimientos ya que unicamente conviví con ellos estos últimos dos meses y no puedo formularme a ciencia cierta una buena predicción de lo que sucedera.

Seguramente ellos tienen una sensación similar, algo parecido, tal vez por otras causas pero muy similar. Es muy importante para mi que su resultado sea satisfactorio ya que eso será el premio a todo mi esfuerzo realizado durante este corto tiempo.

Espero que me hagan sentir orgulloso de haberles compartido el conocimiento que tengo.

Esperemos al Sabado, ya entonces sabremos.