jueves, 18 de noviembre de 2010

La prueba.

Estos días me tienen un tanto intranquilo.

Hay un examen involucrado, mas no es uno que pueda resolver sentandome a estudiar.
Llevo un par de meses dando clases a un grupo de paramedicos que quieren adquirir un nivel más en su educación. No es una historia sencilla pues su curso estuvo lleno de incertidumbre y malos momentos, cabe aclarar que yo no fui culpa de ello. Cuando yo los encontre algunos estaban a punto de darse por vencido y el sentimiento generalizado del grupo era más bien de decepción y hartazgo. Estaban hartos de que después de tomar clases casí un año no habián aprendido mucho de lo que querían y se habían visto afectados por dificultades que ellos no crearon y que no podían solucionar.

La primera parte en el plan para sacarlos adelante fue demostrarles que si había alguien que se preocupaba por ellos que estuviera siempre pendiente de sus inquietudes y de su avidez de conocimiento. La segunda parte fue demostrarles que era capaz de hacerme cargo de sus problemas y de llenar los espacios muertos que habian quedado en su conocimiento. La tercera parte es aquella que me tiene inquieto, la evaluación.

Diseñe una prueba final para evaluar su conocimiento, una de dos que se les aplicará. Una es teórica, de la que soy responsable, y la otra es práctica, de la cual no tengo poder alguno ni nada de inherencia.
Aquellos que no aprueben la parte teórica no tendrán derecho a la parte práctica. De nada sirve ser muy bueno en las habilidades si no tienes el conocimiento necesario que respalde las intervenciones que vas a realizar, paramedicos muy habilidosos con poco conocimiento solo son un peligro para sus pacientes.

Se cual es la causa de esta sensación, no es la primera vez que tomo un grupo en mis manos y trato de hacer algo por ellos. El problema real es que no los conocí desde el principio, no se realmente cuales son los alcances de sus conocimientos ya que unicamente conviví con ellos estos últimos dos meses y no puedo formularme a ciencia cierta una buena predicción de lo que sucedera.

Seguramente ellos tienen una sensación similar, algo parecido, tal vez por otras causas pero muy similar. Es muy importante para mi que su resultado sea satisfactorio ya que eso será el premio a todo mi esfuerzo realizado durante este corto tiempo.

Espero que me hagan sentir orgulloso de haberles compartido el conocimiento que tengo.

Esperemos al Sabado, ya entonces sabremos.

sábado, 24 de julio de 2010

Aniversario.

Un año de cruz roja.

Este tiempo que ha pasado como agua me ha enseñado muchísimas cosas. Ha abierto mis ojos a un mundo totalmente diferente del que yo pensaba existía.

La concepción que tenía del sistema de emergencias en mexico y de las escenas de emergencia puedo decir hoy. Era totalmente vaga e incorrecta.

Hoy me doy cuenta de los muchísimos factores que afectan nuestro trabajo y las dificultades que se viven día a día en un servicio publico de emergencias.

La cruz roja buena? O tal vez mala? Creí durante mucho tiempo que el nombre de la institución a la que pertenecías hablaba todo de ti. De que tan bueno eras. De que tan malo eras. De si merecías o no ser paramédico, de si ese privilegio de atender a los lesionados y enfermos era para ti. Hoy me doy cuenta de que eso era muy errado. Portar un uniforme en mexico no te hace mas o menos que nadie. He visto ya infinidad de veces a paramédicos que engrandecen a la institución con su trabajo incansable y esfuerzo sobrehumano y también he visto a quien lo mancha y ensucia por sus acciones poco éticas o el mal cuidado y trato a sus pacientes.

Después de un año aprendí que falta un organismo regulador. Una institución o dependencia que realmente tenga la fuerza, el empuje y la autoridad para meter a todos los paramédicos en cintura, homologarlos y hacerlos trabajar juntos.
De nada sirve que te expidan un titulo o una cédula en el campo de la medicina prehispitalaria si nadie te la puede quitar o sancionaste en base a ella.
Me di cuenta de que como dicen en la central de ambulancias :"Es mas fácil que te corran por faltas que por haber atendido mal a un paciente." Y eso es terrible.

De las demás faltas que he visto a lo largo de mi año ahí ha sido la competencia eterna que parecen tener unas instituciones con otras. Erum Vs cruz roja. O cruz roja vs voluntarios. Esa competitividad insana que no nos lleva a cosas buenas sino al contrario, afecta nuestra imagen profesional y pone en riesgo nuestra seguridad.

Que pensaría usted si le esta dando un o infarto y ve como vienen dos ambulancias o tres o cuatro jugando a ver quien llega primero para tomarlo a usted como trofeo. Eso habla del poco sentido de profesionalismo y cooperatividad entre instituciones. Y aparte de dañar nuestra imagen terriblemente nos colocamos en riesgos innecesarios que se traducen en mas accidentes vehiculares donde se involucran las ambulancias.

Eso es solo algo de lo malo. Por la parte buena encontré a gente sumamente capacitada que regala su tiempo y voluntaria horas y horas que a veces parecen interminables con tal de hacer lo que mas les gusta, ayudar a la gente. Lo he visto de primera mano y lo he vivido así también. Horas sin dormir, tiempo muerto, peligros innecesarios, hambre, malos tratos, actitudes nefastas. El vuntaroo esta dispuesto a aguantar eso y mas so por ayudar. Por poder extender su vida y tocar la de alguien mas, así sea sacando de entre los fierros retorcidos de su auto o dándole una mano que tomar en un momento que parece difícil o imposible.
He visto a gente que lo da todo y no espera nada a cambio, ni gracias, ni reconocimiento de la sociedad, ni de su cofradía, ni de sus superiores. De verdad nada.

He visto lo bueno y lo malo. La excelencia y la mediocridad.
No me quedo satisfecho.
Quiero ver mas y ayudar mas.

Tal vez yo sea aquel que están esperando.

miércoles, 20 de enero de 2010

De cuando viene la muerte.

De cuando viene la muerte.
Tenía yo solo 17 años cuando vi a alguien morir ante mi.

Era joven y estaba recién entrenado en la rama de las urgencias, así que hize todo aquello que me habían enseñado para revertir aquel proceso, me esforcé y pensaba que todo iba a estar bien, pues hacía todo como se dictaba al pie de la letra y mi empeño estaba puesto en que esa persona permaneciera en esta vida.

Ese día la muerte me dio una palmada en la espalda y me apartó de su camino.

Desde aquel revelador momento hasta la fecha he presenciado muchas muertes. Algunas trágicas, de situaciones que aún recuerdo con amargura en mis noches de soledad. Otras liberadoras, situaciones que trajeron paz, donde uno se atreve a descanzar el pensamiento y el alma a unos pasos de la guadaña.

El día de hoy presencié una de cada tipo de estas situaciones. Y como cada vez que me veo cercano a la muerte, le dedico un momento de reflexión a aquello de lo que no tenemos escapatoria.


"Donde quiera que la muerte nos encuentre, bienvenida sea." Ernesto Guevara.

miércoles, 6 de enero de 2010

Año nuevo.

Los mejores deseos.

Que tengas trabajo todo el año, que vivas el amor plenamente, que tengas dinero de sobra, que viajes, que te diviertas.

Mis deseos:

- Que no mueras.
- Que no enfermes.
- Que no pierdas a quien quieres.
- Que vivas como gustes.

Esta es una de las festividades que si me gustan, no es comercial, nadie se regala nada ni mucho menos. No se anuncia como loca por televisión, no tiene un personaje especial con el que el mercadeo se pueda relacionar. Es simplemente una transición que se festeja, de un número a otro. De un 31 a un 1. Es todo esto lo que lo hace para mi una excelente festividad, más sincera que ´muchas otras y mucho más apelativa a mi.

Espero este año sea "el año" como lo espere el año pasado y se me cumplió.