domingo, 5 de octubre de 2008

La vida que va.

Iba a escribir una entrada acerca de los acontecimientos de los últimos días de mi vida pero en un instante de reflexión recordé algo que me sorprendió.

Un poco de información previa al suceso. Hay en Argentina un antro que rifa operaciones de aumento de senos.

Mientras realizaba mi servicio social escuchamos esta nota un mujer de la misma universidad donde asisto y yo, inmediatemente dije en voz alta: "Ay pero si..." y lo demas lo dije para mis adentros: "ya ni la chingan". A lo cual inmediatamente después escuche a mi "compañera de servicio" decir: "¿Qué tiene? Esta perfecto, pero deberían de rifar de todo el cuerpo, de lo que tu quieras."

En ese momento inicie una frase que iba más o menos así "Yo creo que eso que hacen en Argentina es la epítome de..." y luego no pude terminarla. O más bien no quise, por aguna razón me dio una terrible hueva enfrascarme en un diálogo moral con aquella persona.

Pero este Domingo en la madrugada me ha abandonado la hueva.

¿Porqué demonios es tan importante tener la figura perfecta?
Esta es la máxima expresión de una sociedad que cada día busca modificarse más y más para parecer como una minuscula minoría.
Pero no basta con modificar el cuerpo, la mente es el problema aqui. Lo más atacado por los anuncios de televisión, las revistas, las y los modelos semidesnudos en cualquier sitio al que miremos, la radio, los informaciales. Día a día, anuncio con anuncio, celebridad tras celebridad se nos colma de una imagen de la persona "ideal", de la imagen del "éxito".
Lo risible en este caso es que toda esta gente promedio con facciones y cuerpos promedio anhela ser como "ellos", tan marcado como el de la revista, tan delgada como la de la película, con senos tan grandes como en el anuncio, con ojos tan azules como la telenovela, y aún así faltan en verse a si mismos y todo lo que hay dentro.

Una persona es hermosa y bella no por la cantidad de arrugas que no tenga, o por el tamaño de su bra, o por la rectitud de su nariz y lo plano de su abdomen, una persona es bella por sus ideas, por su carisma, su personalidad y su caracter.
Siendo pragmaticos y sinceros: La juventud se termina, la piel se desgasta, las arrugas aparecen y si el tiempo no corre sobre nosotros es por que el bisturí seguramente lo hace. Pero inevitablemente nos alcanzará el tiempo, llegará el día en que nos miremos al espejo y a pesar de las 20 cirugías "estéticas" nos veamos viejos, con cansancio en los ojos.

No es la perfección del cuerpo lo que hace a las personas atractivas, eso es un error, una aberración, una imagen vendida por las compañías que se benefician de eso, por las industrias que se benefician de eso, ropa, maquillaje, calzado, productos de belleza, gimnasios, productos de dietas, y sobre todo, los "cirujanos estéticos". Estos útlimos realmente me desagradan. Tienen el conocimiento de reconstruir vidas, reconstruir un rostro desfigurado por los genes y enfermedades, mancillado en un accidente, irreconocible por quemaduras, y toman esto y en lugar de buscar reconstruir una vida buscan los billetes, los grandes billetes de enderezar narices, agrandar senos, bajar las panzas y levantar los gluteos. Estoy seguro que Hipocrátes se revuelca en su tumba cuando se escucha a un alumno de medicina decir: "Es que en levantar boobis esta la lana, la buena lana."

Nadie habla de la autoestima, las familias mexicanas carecen de la comunicación suficiente con sus hijos e hijas para hablar de algo tan complejo y tan importante como es la imagen de uno mismo. Pasamos la vida escuchando como deberíamos vernos para ser más atractivos, en lugar de cuan atractivos nos vemos por el simple hecho de ser como somos. La autoestima en una de las facetas primordiales que es la adolescencia es terriblemente puesta a prueba y muchas veces vencida. Son pocos los que alcanzan los altos estandares de lo "hermoso". Y normalmente esta gente es catalogada de insipida y vacia por aquellos con más de una neurona capaz de hacer sinapsis.

Pero bueno, después de toda esta verborrea hagamos una conclusión. Las correcciónes esteticas no son malas. Lo malo es que las utilizemos para acariciar un estereotipo de belleza ajeno a lo interior. La autoestima es algo que necesita fomentarse muchisimo más, estoy completamente seguro de que el día que el índice mundial de autoestima (si es que algo así existe) incremente, se reducirán de forma inmediata el número de cirugías "estéticas".

"Estéticas" my ass. No se puede cambiar lo dañado de adentro modificando lo que sea que tengas fuera.